31 de diciembre de 2011

Los caminos de la viajera II

Brushstroke de Roy Lichtenstein.
Sigamos con el relato de las vacaciones. En la entrada anterior mencioné mi paso por el Jardín escultórico de la National Gallery en DC. Después de caminar otro poco más llegamos (mi guía y yo) al Hirshhorn. El museo es parte del Smithsonian, dedicado a arte (moderno y) contemporáneo. Afuera del museo en sí hay otro jardín escultórico y lo primero que ví fue la escultura que se ve a la izquierda, de Lichtenstein. Claro que mi guía no entendía cuando yo saltaba de alegría, porque no sabe que me encanta la obra de Lichtenstein.
Después me encontré una pieza que me recordó mucho al trabajo de mi tío Rodolfo. Es una escultura de Lucio Fontana, también argentino, pero su obra es de finales de los cincuentas. También encuentro que una gran diferencia es que mi tío trabajaba en otro tipo de materiales (yeso o un compuesto parecido al yeso, papel) y, sobre todo, su obra es blanca. Esta obra de Fontana es negra, aunque en la foto no se aprecia bien el color. Otra diferencia, esta vez temática, es que de los huevos neofósiles de mi tío surgen (o intentan surgir) cuerpos humanos a pesar de las múltiples constricciones que sufren. En la obra de Fontana hay un abismal vacío que no promete nada. La diferencia creo yo obedece a un momento histórico ligeramente diferente. Para Fontana no parecería haber esperanza, para mi tío pareciera haber una situación represiva brutal. Treinta años de diferencia son muchos.

Al lado de la obra de Fontana estaba este complejo escultórico de Juan Muñoz, que se llama Last Conversation Piece. En la imagen a la izquierda no se llega a apreciar el tercer personaje tras los dos al frente. El hombre a la derecha está viendo directamente a estos tres. Debido a la luz invernal, las fotografías que tomé no son muy buenas pero ofrecen una clara idea de la pieza de Muñoz.

Así es que llegamos a la puerta del museo como tal. Afuera hacía frío, pero adentro era un verdadero horno. De las obras que estaban expuestas en el museo no pude tomar muchas fotografías, pues la institución prohibe tomarlas en ciertas exposiciones (supongo que no lo permiten en las muestras temporales).
Marilyn Monroe's Lips de Andy Warhol.

En el piso inferior encontré esta obra de Warhol, autor que de alguna manera marcó mi estancia en la costa este. Mientras tomaba la foto me acordaba de mi hija, que es una fanática de la obra de este hombre.
Richard Serra, Morro Bay.
Y luego encontré dos obras  que evidentemente me recordaron a otra persona, que dudo que lea mi diario porque no habla español. La primera es de Serra. La textura no es muy clara en la fotografía, pero eso fue algo que me llamó mucho la atención además de que la figura negra no es totalmente cuadrada y sólo se puede notar en la parte superior izquierda.

La segunda es de Larry Poons, se llama Day on Cold Mountain. Este cuadro me hizo pensar en un tapiz... a pesar de mi preferencia por la obra en blanco y negro, esta me resultó sorprendentemente relajante (aunque fuera muy amarilla). De hecho, es una combinación inesperada para mí. Supongo que uno cambia de vez en cuando de preferencias visuales.
La última pieza que fotografié (como una panorámica para intentar captar la sensación que causaba) es esta instalación de Fred Sandback. Al lado de mi guía se puede ver la obra de Poons... y lo que parecen líneas de color son estambres de colores, esa es la instalación.

Así terminó mi visita al museo Hirshhorn... y termina también esta entrada a mi diario. Hasta la próxima y ¡feliz año nuevo!

29 de diciembre de 2011

Los caminos de la viajera I

Estoy finalmente de regreso, con las fotos listas para mostrar las maravillas que vi. Esta entrada se trata únicamente de Washington DC. Lo primero es lo primero, así que llegué a DC después de varias horas en el aeropuerto JFK, pues hice escala allí. Por suerte, me estaba esperando Sean, porque no tengo idea cómo llegar a ningún lado desde el aeropuerto de esa ciudad.

Al llegar a su casa todo fue mejor, porque estaba la calefacción puesta. Afuera hacía frío pero no de morirse, sin embargo es rico llegar al calorcito. Después de dormir como lirón en el mejor colchón que yo haya probado en mi vida, Sean me preparó un rico desayuno. Conste que yo no suelo desayunar, aunque dicen que "al que le den pan que llore".

Así que comí muy contenta lo que me sirvieron y luego nos fuimos a caminar por ahí, cerca de donde vive Sean (que se llama Silver Spring). Digamos que fue un paseo por el barrio... y comimos después en un restaurant muy rico. Me llamó mucho la atención que las tiendas de bebidas alcohólicas son del gobierno... lo cual es casi como volver a la ley seca, pero en fin. La idea es que el consumo de alcohol en la capital de este país está controlado.

Por la tarde me la pasé muy cómodamente recostada en el sofá viendo películas. Eso era justo lo que yo necesitaba para comenzar mis vacaciones con el pie derecho. El domingo fuimos al centro de DC. Una de las primeras paradas fue el Jardín escultórico de la Galería Nacional de Arte.
Cheval rouge de Alexander Calder.

Como se puede observar en mis fotos, el día estaba soleado y agradable (como a 5°C). De vez en cuando había un poco de viento, pero se podía andar sin problema. A la izquierda se ve un detalle de una escultura de Calder. A mí me encanta su trabajo y este en particular permite ver el azulísimo cielo de DC, además de los árboles sin hojas a finales del otoño. Tengo otra imagen de esta escultura, pero creo que esta tiene un encanto especial.

Louise Bourgeois, Spider.
La siguiente escultura que me llamó la atención fue esta, porque me hizo recordar a mi hija (que realmente detesta a las arañas). Esta es enorme y no pude evitar tomarle una foto para que ella pudiera verificar que no la olvidé por completo en mis paseos por Washington.

Chair Transformation
de Lucas Samaras.
Había muchas otras esculturas en el jardín. Pero ninguna me llamó tanto la atención como la de Lucas Samaras. Será porque me recuerda al juego de las sillas musicales... me pareció una escultura súmamente lúdica. Y bueno, el final es lo mejor. No sé quién lo hizo, es un árbol de aluminio. Como pueden ver a la derecha, un águila decidió usarlo de percha. La gente en el parque la miraba atentamente. Yo le saqué una foto, pues me fascinan las aves estas.


En fin, esta es la primera parte del domingo en Washington. Ya pondré la siguiente serie de fotos en cualquier momento. Yo sé que están esperando ver imágenes de lo que hice.

27 de diciembre de 2011

Mirando por la ventana

Cada persona tiene sus pasatiempos favoritos. Hay quienes se dedican a correr o hacer yoga, hay otros que prefieren armar rompecabezas. A mi me gusta mirar por la ventana. Sea en un café o en un tren, desde un departamento o hacia adentro en un aparador, las ventanas ofrecen una mirada "protegida". Es decir, uno puede ver y, aunque de hecho es visto a menudo, estar a resguardo.
Fair Rosamund de John William Waterhouse.
Digamos, uno puede ver por la ventana quién viene y va por la calle. Sin embargo, se puede estar cómodamente sentado. Hoy estoy en un café.. en una librería maravillosa (es inmensa), puedo ver la gente que camina por la calle, puedo imaginar sus vidas sin meterme en ellas. No soy una partícipe, sólo una observadora de lo que sucede a mi derredor.

Y, sin embargo, debo volver la cara hacia mi computadora y ponerme a trabajar.

25 de diciembre de 2011

El orden de los factores

Hay una ley en matemáticas que dice que "el orden de los factores no altera el producto". Esto es cierto para las multiplicaciones. Y, de hecho, también hay una ley conmutativa para la suma, es decir "el orden de los sumandos...".  Sería maravilloso que también estas dos leyes tuvieran aplicación en los elementos a ser discutidos en un capítulo de la tesis doctoral que trata de cuatro instancias textuales. El hecho es que el orden de estas instancias sí altera el producto.
Raoul Hausmann, Elasticum, 1920.
Llevo tres días pensando en qué orden presentar la evidencia que tengo para sostener mi argumento. Por una parte tengo que mostrar que el autor no estaba hablando de España, sino de Turquía. Además, en lugar de hablar de sarracenos, los antagonistas son turcos. Más aún, la trama está ubicada en Aguas Muertas; esto nos refiere a un lugar específico (fuera de España como algunos han pensado) que está relacionado con las Cruzadas. Finalmente, los protagonistas son cristianos y no franceses, como era en el texto del que tradujo mi autor. El problema que veo es que dos de estas instancias se refieren a geografías específicas, mientras que las otras son gentilicios.

Si presento primero las dos instancias geográficas, entonces una de las secciones sobre gentilicios parecería repetir lo ya dicho (la que menciona a los turcos). En cambio, si hablo de los gentilicios primero, tendría que comenzar con los turcos, luego los cristianos, de allí pasar a las cruzadas, luego hablar de que España no es donde se ubica el relato, y llegar hasta Turquía. Según yo, es un argumento circular que puede ser confundido con una tautología.
Versión francesa del texto que estudio, Baland muere en manos de un hombre de color.
 Aunque es posible comenzar hablando que este relato no tiene lugar en España, pues los sarracenos ahora son turcos (uniendo la sección sobre Turquía con los gentilicios sobre moros, sarracenos y turcos), luego hablar de Aguas Muertas (como locación fuera de España y su importancia para la Séptima Cruzada) y terminar con los gentilicios vis-à-vis la creencia religiosa (franceses que son mencionados por su credo y no su lugar de origen) que también apoyaría el punto anterior. Así, evitaría separar las secciones en gentilicios o ubicaciones, siguiendo esta línea argumental.

Sería muy bueno que una tesis tuviera la misma lógica que las matemáticas, pero el orden de los factores, como dije, sí altera el producto.

19 de diciembre de 2011

Actualizaciones históricas

Con frecuencia me encuentro explicando que el ciclo carolingio medieval (que tiene a Carlomagno y sus pares como protagonistas) es como el cine norteamericano durante el segundo periodo del temor rojo. En lugar de hablar de los soviéticos era más fácil referirse a los marcianos que, casualmente, vivían en el planeta rojo (y por si se necesita explicar con detalle, pues es el color asociado a los comunistas). Evidentemente yo no inventé esta idea, Alan Lupack dice:

The Saracen threat to Christendom, which must have been perceived in the Middle Ages much as the Communist threat to the free world was in America in the 1950s, concerned not only the fate of a country but the survival of the way of life that most in the western world knew. The conflict thus takes on the overtones of a world war. (The Sultan of Babylon: Introduction. http://www.lib.rochester.edu/camelot/teams/sultint.htm, énfasis mío)
 Evidentemente, es importante notar que en mi explicación personal opto por dejar fuera toda reflexión política (negativa o positiva) hacia las partes involucradas, cosa que no sucede en el comentario de Lupack.

Pero imagino que tomar partido es lo de menos en mi caso, porque los relatos sobre Carlomagno en la Península Ibérica también me recuerdan a las películas norteamericanas posteriores a la guerra de Viet Nam. Particularmente pienso en las secuelas de Rambo en que el personaje homónimo se vuelve un héroe (en busca de prisioneros de guerra en Viet Nam en la segunda parte, luchar en Afganistán contra ejércitos soviéticos en la tercera, etc.) tras haber sido representado en la primer película como un veterano que experimenta problemas para reintegrarse a la vida civil.
Carlomagno encuentra a Roldán muerto tras la batalla de Roncesvalles.
Otro elemento que comparten los relatos carolingios con la cultura mediática actual es la creación de "protosecuelas" por usar algún término. Así como Superman fue seguido por Superboy, Mainet contiene la infancia de Carlomagno. Este paralelo no sólo describe la idea de la "protosecuela", también implica la idea del héroe representado durante su juventud. Los pares de Carlomagno tienen infinidad de secuelas y "protosecuelas" en muchos de los idiomas vernáculos, pero destacan el francés y el italiano en la "cultura mediática" tardiomedieval y de la tempranísima edad moderna.

Igual que Rambo, Carlomagno y sus pares se volvieron héroes fantásticos basados en una realidad histórica. Ambas figuras sirvieron para reconsiderar al "otro" y reimaginar el "nosotros". Justamente es por eso que vale la pena estudiar estos textos, a mi parecer.

18 de diciembre de 2011

Interrumpimos esta pausa....

porque la reflexión sobre la muerte es siempre intensa y requiere un espacio y un momento. Ayer falleció Cesária Évora. No la conocí personalmente, hubiera sido un placer y un honor haberlo hecho aunque nunca sucedió. De hecho, tampoco la vi en vivo. Sin embargo, su música marcó mi vida en diferentes momentos y sólo pensar en su voz me causa escalofríos.

Esta es su visión de su pequeño país. Escúchala, disfruta el video, esta mujer ya no está con nosotros pero aún podemos sentir su presencia.

Ahora, de regreso a mi pausa invernal, a seguir trabajando en mi disertación.