10 de septiembre de 2011

Temas sangrientos VIII

A solicitud de algunos de mis lectores, creo que es momento de hablar de los espejos. Mejor dicho, no los espejos en sí sino el reflejo en el espejo. Debido a la caracterización que hiciera Bram Stoker de su famosísimo Drácula, el vampiro pareciera no tener reflejo en el espejo. Sin embargo, si presentamos atención a la tradición literaria del vampiro, esto no sucede en la mayoría de los casos. Acompáñenme hoy en un rápido recorrido a la historia de la literatura del vampiro como tal (es decir, que lleva ese nombre).

Ya me mencionado anteriormente tres relatos escritos por mujeres que tratan sobre vampiros: "Good Lady Ducayne" de Mary E. Braddon, "The Mystery of the Campagna" de Anne Crawford von Rebe y "The Fate of Madame Cabanel" de Eliza Lynn Linton. En ninguno de estos tres relatos aparece ninguna referencia a la falta de reflejo del vampiro. Desde luego, Lady Ducayne no es considerada un vampiro por ninguno de los personajes de ese relato y ni siquiera la autora utiliza dicho término. Por otra parte, Vespertilia en el relato de Crawford no se aleja de su cripta, por lo que difícilmente podría encontrarse con un espejo. Finalmente, como ha quedado explícito, a través de su narración Eliza Lynn Linton está advirtiendo a sus lectoras lo que les puede pasar si viajan al continente. En la realidad narrativa no hay ningún vampiro, es sólo lo que imaginan los burdos campesinos franceses.

"Carmilla" (1872) de Joseph Sheridan Le Fanu tampoco menciona espejos y la falta del reflejo de la vampiro.* Ni "Christabel" (1816) de Samuel T. Coleridge ni "The Vampyre" (1819) de John W. Polidori contienen tal imagen. Es decir, Dracula es la primer narración de este tipo en donde el vampiro no tiene reflejo. Estamos casi a fines del siglo XIX y todavía no se ha desarrollado la teoría de la "estadio del espejo" (planteada por Jacques Lacan y que aparece en sus Escritos vol. 2). El problema de la reflexión especular lleva a dominios casi filosóficos que requieren mayor detalle que el pertinente en una entrada de mi diario. Pero puedo ofrecer algunas ideas que tengo al respecto:

Se puede pensar que la falta del reflejo es debida a que el vampiro ya no tiene "alma", es un muerto viviente o un "reviviente" (del francés revenant). Pero lo que aparece en el espejo no es el alma de la persona sino su cuerpo y eso no le falta al vampiro. Por decirlo de alguna manera, un vampiro es un cuerpo que se mantiene en "vida" gracias al elíxir milagroso que es la sangre (aquello que da vida). Ese cuerpo debería no sólo producir sombra sino también tener un reflejo.

Una posiblidad es que esta característica que sólo aparece a partir de Dracula se deba a una persistencia del "reviviente" como fantasma.Como mencionaba en mi nota anterior, estos son seres que se regresan de la muerte porque tienen cuentas pendientes o eran enormemente pendencieros durante su vida (y no cumplieron con los ritos religiosos adecuados antes de morir). Si el vampiro de Stoker pertenece a dicha genealogía, no tiene realmente un cuerpo y, por lo mismo, no tiene imagen en el espejo.

La otra posibilidad es que una forma de saber si una persona realmente ha fallecido es poner un espejo cerca de la nariz o de la boca. Si aún está viva la persona, entonces produce vaho. Un vampiro, como es un muerto viviente, no produce vaho. Es decir que ante el espejo no genera la prueba de vida. Es posible que Bram Stoker haya extrapolado esta idea para llegar a la falta de reflejo. En el segundo capítulo de Dracula, Jonathan Harker escribe "in none of the rooms is there a mirror. There is not even a toilet glass on my table, and I had to get the little shaving glass from my bag before I could either shave or brush my hair". Más adelante Jonathan se sorprende cuando Drácula llega a su habitación mientras se rasura frente al espejo y él no lo puede ver a través de él. ¿Podría haber otra explicación?

El hecho es que Octavia Butler, en su última novela llamada Fledgling, pone a su protagonista frente a un espejo y la vampiro es no sólo capaz de verse, su imagen le hace entender muy rápidamente que su identidad está asociada a otros elementos sociales. Pero, prefiero hablar de esta vampiro en otra entrada.

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